Introducción


En el caso del informe final se recomienda retomar la misma introducción elaborada en el protocolo, incluyéndole los elementos más relevantes de los antecedentes y la justificación, los que no reflejan como acápites independientes.

La introducción no debe ser muy extensa, basta con página y media a dos páginas para poder explicar de forma clara el problema que se ha abordado y los elementos que lo constituyen.

Es la comunicación inicial que permite (sin necesidad de explicar) penetrar a detalles incentivadores, creando un ambiente familiaridad y confianza entre el autor del escrito y la persona lectora. Además de ser incentivadora, la introducción presenta el tema de investigación, los propósitos esenciales y datos generales del contenido estructural del escrito.

Generalmente, si se hizo una buena revisión bibliográfica el protocolo, el marco teórico puede ser el mismo, aunque se puede ampliar. Se describe, explica y analiza el problema del que trata la investigación desde el punto de vista teórico, de tal manera que tenga elementos para poder discutir sus resultados a la luz de la teoría planteada. Recuerde respetar las fuentes de información, indicando tal como se le explico para la elaboración del protocolo, la bibliografía consultada.

Es necesario citar al autor y el año de la obra consultada, cuidando de escribirlo en minúscula. Si hemos decidido inicialmente explicar en el párrafo lo encontrado o manifestado por el autor y al final indicar los datos de éste, recuerde ubicar el punto final después del paréntesis, ya que es en este momento que finaliza el párrafo y no antes. El nombre del autor no se indicará en mayúscula sino en minúscula.