Si bien la biodiversidad de nuestro planeta es muy rica, su riqueza no se distribuye de forma homogénea entre los más de 200 países que hay actualmente. Cerca del 70 % de la diversidad de especies se concentra en tan solo 12 países que se conocen como países megadiversos.
Para que un país sea megadiverso debe presentar una o más de las siguientes características: posición geográfica, tamaño, aislamiento, historia evolutiva, diversidad de ecosistemas y cultura.
Es posible que hayas oído que México es rico en biodiversidad, esto se debe a que México forma parte de este selecto grupo de países megadiversos ya que alberga aproximadamente el 10 % de las especies que hay en el planeta. Muchas de estas especies son endémicas, es decir que sólo se encuentran en México.
El endemismo en nuestro país está presente en distintos niveles taxonómicos: familias, géneros, especies, llegando a ocupar el tercer lugar en plantas y cuarto en vertebrados.
Pero, habría que aclarar que el término endemismo es relativo, porque una familia, género o especie endémica puede serlo ya sea de un bioma (comunidad de organismos que ocupan un área muy amplia), continente, país, región o una localidad de tan solo unas cuantas hectáreas.
La palabra “endémico” proviene del griego “endēmios = nativo”. Fue transferido por Candolle (1820) desde la medicina a la botánica para indicar taxones nativos que se distribuyen en un lugar y no en otro (Anderson 1994; Hobohm & Tucker 2014). Las definiciones coinciden en que el “endemismo” es una implicación de restricción geográfica, por lo que toma un valor ecológico e histórico, si se considera que define zonas geográficas donde hay taxones integrados espacio-temporalmente (Nelson & Platnick 1981; Stattersfield et al. 1998; Morrone 2009).